Mitos de la menstruación
en la población indígena

La menstruación es un proceso fisiológico que las mujeres experimentamos periódicamente durante varios años de nuestra vida. Sin embargo, socialmente han existido mitos y creencias falsas en torno a la menstruación, estas se han transmitido de generación en generación e interfieren significativamente en cómo las mujeres vivimos este proceso, muchas veces rodeadas de tabúes, preocupación y vergüenza; volviendo lo que es un proceso natural en un importante desafío para algunas de nosotras.

Existen muchos factores que influyen en cómo una mujer percibe y experimenta su menstruación, no será lo mismo cómo lo hacen las mujeres de clase media, con acceso a servicios sanitarios y ginecológicos, que las mujeres indígenas de bajos recursos, sin acceso a los mismos servicios.

Además, la influencia social contribuye en la forma en que las adolescentes reaccionan ante la menstruación, la información que reciban previa a la experiencia influirá en su actitud ante la misma, por lo que quien tiene información adecuada y suficiente entenderá la menstruación como un proceso fisiológico normal y por el otro lado, quien no cuente con una fuente de información confiable puede percibir la menstruación como algo negativo, sorpresivo y castigador.

"Socialmente han existido mitos y creencias falsas en torno a la menstruación"

Según la UNICEF, en algunos pueblos indígenas, la menstruación aún tiene un significado negativo, como un castigo o una enfermedad, aunque también, como un paso de niña a “señorita”, una señal de inicio de la fertilidad, lo que genera preocupaciones al interior de las familias. Además de que se refuerza la idea errónea de que la responsabilidad de la reproducción es unicamente de las mujeres.

Hasta la fecha, en comunidades indígenas, aún se siguen escuchando varios mitos, como “la mujer en su periodo será impura, y quien la toque será impuro”, “la mujer en su periodo puede marchitar las plantas”, “no te debes de bañar todos los días”, “no comas limón porque te manchas la cara”, “no puedes cargar cosas pesadas”, “es la señal de estar lista para procrear”, entre otros.
Las problemáticas que viven las comunidades indígenas hacen más difícil romper con esas ideas, entre ellas están: una educación pública insuficiente y poco adecuada para abordar el tema o información no disponible, la falta de servicios sanitarios, ingresos insuficientes que imposibilitan la compra de toallas sanitarias o tampones, entre muchas otras situaciones. A medida que se vayan resolviendo estas problemáticas, generando mejores políticas públicas, acciones y programas, se podrán disminuir la gran cantidad de tabúes, falsas creencias y mitos sobre la menstruación y la población podrá verlo desde una perspectiva completamente normal y natural, dejando atrás todas esas ideas erróneas, para que así todas las mujeres puedan experimentar su menstruación sin miedo, sin pena, en confianza y de manera digna.